Esta
mañana,
Todavía
respiraba
La
noche,
Sobre
mis hombros;
Reposaba
la tristeza,
Del
recuerdo ,
De los
recuerdos:
La
niñez,
Sus
ojos,
Mis
ojos,
Y ese no sé qué
Que
retumba
En el
pecho,
Que se
expande
En el
ser;
En ese
sentimiento,
Quisiéramos
quedarnos
Una
eternidad;
Pero luego
Se
convierte
En
melancolía;
Y la
lágrima
Que
cae;
Cae por
satisfacción
Del
reencuentro
Con el
ser,
Que
vive
Y
vivió.
Atravesado
progreso,
Que
acumuló años,
En mis
huesos;
Mas no
obstante
La naturaleza
Nunca sucumbió.
La naturaleza
Nunca sucumbió.
Nice!
ReplyDeleteMe gusta tu voz poética. Encantado de pasarme por aquí y de comenzar a leerte. Un saludo Fernando. Feliz semana.
ReplyDeleteGracias Mikel. Un saludo.
ReplyDeletePrecioso. Ese "no sé qué" es buen sentimiento. Tal vez sentimos tristeza porque es imposible atraparlo en el tiempo. Muy curioso tu poema. Un abrazo
ReplyDeleteGracia Ana Lía. Un saludo
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